Todo sobre la prevención de accidentes con el perclórico

La prevención de accidentes con el perclórico no es una cuestión que se debe de tomar a juego, ya que las cualidades oxidantes de este ácido lo hacen altamente volátil, generan un importante factor de riesgo cuando se manipula de forma inadecuada.

Por esta razón, el día de hoy abordaremos desde diferentes perspectivas la forma correcta en que se debe manejar el ácido perclórico.

El fuego en la prevención de accidentes con el perclórico

En la prevención de accidentes con el perclórico, el fuego ocupa un papel fundamental, al tratarse de un componente que puede provocar graves riesgos a la integridad de las personas que manipulen el ácido.

Por ello, a continuación será tratada la forma correcta en que se debe manipular:

Fuego

No es combustible, pero la sustancia es un fuerte oxidante y su calor de reacción con agentes reductores o combustibles puede causar la ignición.

Puede reaccionar con los metales para liberar gas de hidrógeno inflamable. Las reacciones pueden causar fuego y explosión. En caso de incendio, se puede suponer que se debe a la mezcla con materiales orgánicos y que puede producirse una explosión en cualquier momento.

Explosión

Puede formar mezclas explosivas sensibles y poderosas con materiales orgánicos.

Medios de extinción de incendios:

El agua pulverizada puede usarse para extinguir incendios y enfriar contenedores expuestos al fuego.

Medidas en caso de liberación accidental

En caso de que se libere por accidente una cantidad importante del ácido, las medidas de prevención de accidentes con el perclórico señala las siguientes recomendaciones:

  • Ventila el área de la fuga o el derrame.
  • Elimina todas las fuentes de ignición.
  • Usa el equipo de protección personal apropiado.
  • Aísla el área de peligro.
  • Evita que entre al área aislada el personal innecesario y desprotegido contra el ácido perclórico.
  • Contenga y recupere el líquido cuando sea posible.
  • Utiliza herramientas y equipos que no produzcan chispas.
  • Elimina el ácido perclórico derramado lavando inmediatamente y a fondo con grandes cantidades de agua. Redúcelo con un agente reductor débil, (se ha recomendado el uso de hipobisulfito o sal ferrosa, más ácido sulfúrico como acelerador), y luego neutralizar con carbonato de sodio u óxido de calcio.

Estabilidad

El perclórico es inestable a temperatura y presión ordinarias y puede sufrir una descomposición explosiva, especialmente a temperaturas elevadas o si se permite que se deshidrate.